VII.
Desperté con
ansias
de hacer de la
ruina un río.
Acomodar mis
pies de amparo
en la piedra
del sol
en el reflejo
de espuma.
Quise rellenar
el aire de las
rocas:
la tristeza, lo
vulgar,
el desinterés,
la pasión.
Exhibir cautiva
la gnosis de
los sabios
de los
ignorantes
de los
mentirosos.
Las flores se
incrustaron
en mi esternón
para no dejarme
respirar.
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