sábado, 20 de mayo de 2017

Dolores Etchecopar

Redención
una mesa
el ruido de un tren al irse una ciudad
una mano
no sabe cómo se entra
pero abre tus lágrimas
y vuelve con tu rostro a la tierra




De "Notas salvajes" pag. 73
Editorial Argonauta, Buenos Aires 1989 

1 comentario:

Anónimo dijo...

El oído aguzado espera
espera
espera
el tañido de un bronce
fulgurante,
despertante,
asesino de esperpentos
y animador de alientos.