Poema del Libro “Amarras de Luz” 1948.
QUISE SER LA DIOSA QUE CAUTIVA
Desde el bruñido bronce de tu cara
y el hondo gesto de tu altiva frente
me miraste y sentí una llamarada
que nacía en tus ojos envolvente.
Había en ella una inquietud curiosa,
llena de rebelión y de desvelos
como esperando que una joven diosa
cayera a tus pies desde los cielos.
Y quise ser la diosa que cautiva
y ser también la sierva enamorada
y sentirme a tu lado, sensitiva,
Para amarte y estar atormentada
y apaciguar mis ojos en tu vida,
en tu mirada triste y desolada.
Poema del Libro “Desnuda” 1960.
DESNUDA
En medio de mis rosas, tu cabeza.
Siento latir tu propio pensamiento.
Y la espada jadeante de tu aliento,
entra, activa la luz, en mi belleza.
Con una queja besas la tibieza
que te ofrezco. Alígero y sediento
tu amor es como el fuego y como el viento:
pulso fugaz de la naturaleza.
Queman tus nervios rosas ancestrales.
Me educas en tus cálidos rituales
y me bebes en copas prodigiosas.
Quiebras el tiempo. Creas el olvido.
Abres la eternidad sin lo vivido,
con tu sol abismo entre mis rosas.
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